Luís Cernuda
Biografía
Nació en Sevilla en 1902. Hijo de padre militar, lo
que le marcó profundamente por haberse criado en un ambiente familiar de rígida
educación y bajo el imperio de
principios férreos e intransigentes. A los nueve años, y con motivo del traslado de los restos
fúnebres de Gustavo Adolfo Bécquer a Sevilla, comienza a leer poesía,
influenciado por la personalidad del poeta muerto, y un profesor suyo le anima
y corrige en sus primeras creaciones poéticas.
Después de finalizar sus estudios
secundarios, comenzó a cursar la carrera de Derecho en la Universidad de
Sevilla, en 1919, lo que le proporcionó la posibilidad de conocer a Pedro
Salinas, que fue su profesor y le influyó notablemente, ayudándole a publicar
sus poemas.
En 1920 fallece su padre, y en 1923
abandona provisonalmente sus estudios de Derecho en la Universidad hispalense
para hacer el servicio militar, por lque ingresa en el Regimiento de Caballería
de Sevilla. Reanuda sus estudios universitarios en 1924, y termina su
licenciatura en 1926. Además de sus estudios, empieza a ser un asistente asiduo
a las tertulias literarias organizadas por Pedro Salinas, junto a Higinio
Capote y Joaquín Romero Marube, Comienza a leer a los clásicos españoles y a
los autores franceses, especialmente a André Gide que le supone una revelación.
Conoce a Juan Ramón Jiménez en 1925 y en ese mismo año publica sus poemas en
Revista de Occidente
Más tarde, se traslado a Madrid, en 1926, y comienza a
colaborar con publicaciones como La
Verdad, Mediodía y Litoral –esta
última revista es del matrimonio Altolaguirre, al que le profesará siempre un
gran amistad y aprecio- y fue cuando empezó a tener contacto con los ambientes
literarios, en los que se fraguaba lo que se llamaría después la Generación del
27.
Perfil del aire, primera de sus poemarios publicado, la imprime en la
imprenta malagueña de Prados y Altolaguirre, pero esta obra es muy criticada
por Juan Ramón Jiménez que la considera excesivamente influenciada por Jorge
Guillén, lo que le molestará profundamente a Luís Cernuda que nunca le
perdonará ese agravio.
A raíz del fallecimiento de su madre, en 1928, se traslada por un corto período de tiempo a
Málaga, ciudad en la que volvió a retomar su amistad con los poetas que
colaboraban en la revista Litoral: Manuel
Altolaguirre, José María Hinojosa y Emilio Prados, entre otros. En noviembre de
ese año, Pedro Salinas le ayuda a conseguir un lectorado de español en la
Universidad de Toulouse. Cargo que ocupará durante un año y, aprovechando su
viaje a Francia, visita París, ciudad en la que se convierte en un apasionado
aficionado al cine.
Vuelve a a
Madrid, en 1929, y comienza a trabajar en la librería de León Sánchez Cuesta,
desde 1930, y en esa época comienza a
asistir a varias tertulias literarias con Vicente Aleixandre.y Federico García
Lorca, poeta este último que le presenta a un joven gallego de profesión actor,
Serafín Fernández Ferro, del que se enamora apasionadamente Cernuda, pero no es
correspondido por el joven actor que sólo se acercará a Cernuda cuando necesita
ayuda económica. Este amor fallido será el motivo de inspiración de varios libros
de Cernuda Donde habite el olvido y Los placeres prohibidos. Una vez que
concluye este insatisfactorio amor, Cernuda se interesa en las Misiones
pedagógicas, en primer lugar en la sección Bibliotecas y, en segundo lugar, en
Museo ambulante. Con esta nueva misión visita los pueblos de Castilla y
Andalucía, conociendo en estos viajes a diferentes artistas e intelectuales de
la época y colabora en la revista Octubre, de Rafael Alberti, en 1933. Al año
siguiente, colabora en la revista Cruz y
Raya, de José Bergamín, y publica sus traducciones de Holderlin, en 1934,
Poco
antes de comenzar la Guerra Civil, en 1936, participa en el homenaje a
Valle-Inclán y publica la primera edición de su obra poética hasta el momento
con el título de La realidad y el deseo..
Al
conocer el asesinato de Federico García Lorca, le dedica una emocionada elegía A un poeta muerto (F.G.L), de cuyo poema fueron censurados los dos
últimos párrafos.
Después
de permanecer dos meses como agregado de la Embajada Española en París, regresa
a Madrid y se alista en el Batallón Alpino y por ello es enviado a la Sierra de
Guadarrama. Pasa a Valencia en 1937, ciudad en la que colabora con Hora de España y publica la mencionada
elegía a García Lorca. Asiste al II Congreso de Intelectuales Antifascistas de
Valencia, en el que conoce a Octavio Paz, poeta y escritor al que volverá a ver
en México tiempo después.
Viaja
al Reino Unido en 1938 con el fin de dar un ciclo de ocnferencias y conoce a
Rafael Martínez Nadal, quien años más tarde sería uno de los principales
estudiosos de Cernuda y su obra. En Oxfordshire es tutor de niños refugiados
vascos y esta actividad fue la que le inspiró el poema Niño muerto. Trabajó más tarde como profesor en el internado
Cranleigh School. Allí se aficiona a leer a los clásicos ingles, pero
especialmente a los poetas metafísicos y a T.S. Elliot, y al griego Constantino
Cavafis. También ejerce como lector en la Universidad de Glasgow, la
Universidad de Cambridge, esto sería en 1943, y en el Instituto Español de
Londres, dos años más tarde. Finaliza su poemario Las nubes y los poemas en prosa de Ocnos.
Publica en 1944 Vivir sin estar viviendo , inspirado en otro nuevo amor y a partir
de entonces comienza a ejercer como crítico literario tanto en el Bulletin of
Hispanic Studies varios ensayos sobre poesía española. Además. Traduce Troilo y
Cresida de Shakespeare, en 1945.
Se
exilia a EE.UU, en 1947, país en el que impartirá clases de literatura en el
colegio femenino de Mount Holyoke (Massachussets), en el que permanecerá hasta
1952 y gracias a dicho trabajo consigue la siempre buscada estabilidad
económica. Sus sucesivos viajes a México en 1949, 1950 y 1951, le acucian el
deseo de vivir en una país de lengua hispana, siendo uno más de los muchos
intelectuales exiliados en dicho país y acogidos generosamente por el
presidente Lázaro Cárdenas. Es invitado
a viajar a Cuba, a fin de dar un ciclo de conferencias, por invitación de la revista Orígenes y allí conoce y traba amistad
con el escritor Lezama Lima y se reencuentra con María Zambrano.
Se establece
en México capital, en 1952, y allí vive otro amor personificado en un
culturista llamado Salvador Alighieri a quien había conocido en el verano de
1951. A dicho nuevo amor dedica los Poemas
para un cuerpo que sería publicado en 1957. Vuelve a reencontrarse con
Octavio Paz y con el matrimonio Altolaguirre, especialmente trata a la esposa
de Altolaguirre, Concha Méndez, con la que viaja en 1953 y pasa una temporada
con ella en Coyoacán
A
partir de 1954, comienza a trabajar como profesor por horas en la Universidad
Nacional Autónoma de México y realiza una investigación como becario en El
Colegio de México y también colabora en diversas publicaciones mexicanas.
En
España, en 1955, Cernuda es reivindicado por un grupo de jóvenes poetas
cordobeses llamado el Grupo Cántico,
lo que le produce una gran alegría. Al
año siguiente comienza a escribir los primeros poemas de su nuevo poemario Desolación de la Quimera, y en 1957 se
publican sus Estudios sobre poesía
española contemporánea. Al año siguiente, publica en México en la Cultura, su biografía literaria Historial de un libro, con motivo de haber sido publicada la
tercera edición revisada y ampliada de La
realidad y el deseo
Cuando
fallece Manuel Altolaguirre, en 1959, edita la obra Poesías completas del finado
y comienza una intensa correspondencia con jóvenes poetas españoles. En 1960
sale publicados ensayos contenidos en las dos partes de Poesía y Literatura de
Cernuda, por Carlos Barral como editor. En ese mismo año, da clases durante un curso en la Universidad
de California, en Los Ángeles. Desde 1961 a 1962 es profesor visitante o
invitado en San Francisco y es en este último año cuando se publica en México
su poemario Desolación de la Quimera.
Vuelve a impartir un curso en Los ángeles.
fallece, el 5 de noviembre de 1963, en la Ciudad de
México y es enterrado en la sección española del Panteón Jardín.
Comentarios
sobre su obra poética:
Su obra poética está impregnada por un tono intimista
en la que aparecen como notas predominantes la sensación de soledad, de
profunda y exaltada sensibilidad y del dolor largamente asumido que parece
traspasar toda su obra.
Su condición de homosexual, nunca negada por el poeta,
le hace estar siempre en un estado profundo de descontenta con la sociedad, de
enajenado de un mundo que no acepta su condición sexual, lo que le hace confesar
que se siente “un inadaptado” Especialmente, se sintió marginado en la España
de su época por la intransigencia moral de entonces que le hace decir de España que es «un país donde todo nace
muerto, vive muerto y muere muerto», como escribe en Desolación
de la Quimera. Esa misma inadaptación y rebeldía le produce una profunda
sensación de aislamiento por lo que escribe de sí mismo que se sentía como “un
naipe cuya baraja· se ha perdido” en alusión metafórica a un mundo que, por
rechazar su condición de homosexual, le hace sentir que no está entre
semejantes, entre iguales, sino que es alguien que, por distinto, se siente
cada vez más solo, más aislado entre seres dispares.
Sus principales influencias literarias se encuentran
entre los poetas románticos, desde el propio Bécquer al que leyó en su infancia, pasando por Keats,
Holderling,; pero sin olvidar la
profunda influencia que en él tuvo la lectura de los clásicos, en
especial Garcilaso de la Vega.
Por
pertenecer al movimiento poético llamado Generación del 27, se puede encontrar
en él, al igual que en otros poetas de dicha generación, un deseo de sintetizar
todas las claras influencias recibidas. Se puede afirmar que su obra se
sustenta en el eje de la dualidad entre
la voluntad de realización personal, que es el deseo, y la realidad que impone la propia sociedad en la que vive.
Esta dualidad ofrece la nota del romanticismo claramente. Por ello, los temas
que aborda con mayor frecuencia son los propios del romanticismo: la soledad,
el amor (siempre insatisfecho en su logro apasionado), y la aspiración de un
mundo mejor, más humano. Su estilo poético es original y propio y no se ajusta
a ninguna moda literaria, a pesar de que en los inicios de su labor poética se
circunscribe a la poesía pura –Poesía del
aire-,, el clasicismo garcilasiano –Égloga,
elegía y oda- y llega a cultivar el surrealismo –Un rio,
un amor y Placeres prohibidos-,
pero se nota en él un giro que se decanta claramente por un estilo mucho más
sencillo, más personal y que se
fundamenta en un rechazo triple: de los ritmos muy pronunciados, de la rima, y
de las imágenes metafóricas muy elaboradas, por lo que desea cada vez más utilizar
un lenguaje coloquial, exento de toda artificiosidad
Su
obra capital se podrái decir que es Donde
habite el olvido (1932-1933), en el que se expresa con un lenguaje ya
propio, y obra esta en la que se manifiesta la desolación, la tristeza, pero
todo ello dentro de una absoluta y demoledora sinceridad. Otro libro del mismo
tono que el anterior es Invocaciones a
las gracias del mundo (1934-1935) que gira en torno de tres temas
que son recurrentes en este poeta: la belleza del cuerpo masculino, el
sino de todo artista y su concepción de la soledad.
Es a
partir de la Guerra Civil cuando empieza a experimentar con su depuración
estilística, y comienza a escribir sobre el dolor de la Patria perdida y
añorada y también, rechazada, al mismo tiempo, por lo que representa de
intransigencia y oscurantismo; y en ésta como en toda su obra posterior sigue
puesto de manifiesto el profundo pesimismo y desolación que le acompaña siempre
y que culmina en Desolación de la quimera
(1956-1962)