Rafael Morales, poeta |
Rafael Morales Casas, poeta
español, nació en Talavera de la Reina (Toledo), el 31 de julio de 1919. Desde
muy pequeño se sintió atraído por la poesía. Sus primeros poemas los publicó en
la revista Rumbos.
Licenciado en Filosofía y
Letras por la Universidad de Madrid, fue becado para estudiar dos años en
Portugal durante la II Guerra Mundial, país en el que se licenció en Literatura
Portuguesa por la Universidad de Coímbra.
Su poesía, en un primer
momento, estuvo integrada en lo que Dámaso Alonso llamó poesía arraigada que
formaban la primera generación de poetas de la posguerra española, con el uso
de la estrofa clásica y una profunda serenidad conceptual e inspirada en la
poesía de Miguel Hernández, sobre todo en sus sonetos. De esta época es su
primer poemario Poemas del toro (1943), que inició la colección poética
Adonáis; le siguió El corazón y la tierra (1946). Fue con su obra Los
desterrados (1947) cuando escribió el
primer libro de poesía social y existencial de su época y se integró de pleno
derecho en la llamada poesía desarraigada. Esta última obra tiene como tema
principal a toda clase de marginados de la sociedad y desvastados por la
desdicha.
Posteriormente, publicó
Poesías completas (1949) y Canción sobre el asfalto(1954), cuyo tema trata de
la ciudad, sus luces y sombras, y alaba a las pequeñas cosas, a lo que parece
sin importancia en su humildad, quizás inspirada en "Odas
elementales" del chileno Pablo Neruda). A estos se suman los títulos La rueda
y el viento (1971), Prado de serpientes (1982), cuyo título se inspira en una
expresión al final de La Celestina, y Obra poética
Tradujo, en colaboración el
poeta inglés Charles David Ley, la obra del poeta portugués Alberto de Serpa
que fue publicada en la colección Adonáis. Escribió Antología y pequeña
historia de mis libros (1958) y algunas narraciones de temática taurina.
También le dedicó tiempo e interés a la literatura infantil y juvenil,
escribiendo obras como Dardo, el caballo del bosque o Narraciones de la vieja
India, Leyendas del Río de la Plata, Leyenda del Caribe, Leyenda de los Andes,
Leyenda del Al-Andalus y otras muchas. Su obra Granadeño, toro bravo es un intento de explorar la mente del toro.
Publicó Reflexiones sobre mi poesía. De sus trabajos finales sobresalen Entre
tantos adioses (1993) y Poemas de la luz y la palabra (2003).
Tuvo una intensa dedicación
a la literatura, dirigiendo el Aula de Literatura del Ateneo de Madrid y la
revista La Estafeta Literaria. Colaboró en El mono azul y formo parte de la
Liga de Intelectuales Antifascistas, además de asesor de la revista Poesía
Española, publicada por la Dirección General de Prensa y ejerció como crítico
literario en la revista Ateneo y en la prensa española, llegando a escribir en
el diario falangista Arriba; así como fue colaborador en la sección de
Filología y Literatura de la Enciclopedia de la Cultura Española.
Entre sus numerosos premios
se encuentran el Premio Nacional de Literatura de 1954, el Gibraltar que
otorgaba el semanario madrileño Juventud y el internacional de poesía Ciudad de
Melilla de 1993 por su libro Entre tantos adioses.
Murió en Madrid el 29 de
junio de 2005.